Los geólogos alertan de la necesidad de informar a la población sobre los riesgos del gas radón en nuestras casas

Manuel Regueiro, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos, considera que es necesario informar a la población sobre los riesgos del gas radón.

En febrero entra en vigor en España una directiva europea de 2013 que obliga a tomar medidas contra el radón, entre ellas, eliminarlo de las viviendas. “Muchas naciones europeas ya han legislado al respecto, en países nórdicos hay incluso ayudas para descontaminar de radón”, explica Regueiro.

En ese sentido, el presidente del Colegio de Geólogos, considera que es necesario una normativa clara que sirva para informar y concienciar a la población sobre los riesgos del gas radón a la vez que se obligue a tomar medidas para su erradicación. Añade que la normativa que establece la Directiva debería incluirse en el Código Técnico de la Edificación.

Un gas peligroso para la salud

El gas radón es resultado de la desintegración de minerales radioactivos contenidos en rocas ígneas o metamórficas, como el granito o las pizarras. En zonas como Galicia, Madrid o el oeste peninsular existe mayor concentración. En cantidades altas (por encima de 300 becquerelios por metro cúbico) y si se inhala durante suficiente tiempo, puede resultar cancerígeno.

Según la OMS, el radón es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco y pone el listón para tomar medidas preventivas a partir de los 100 becquerelios por metro cúbico.

Ventilar los sótanos

El radón se acumula en sótanos y bajos de las casas, por lo que es necesario tomar medidas como “ventilar bien, abrir ventanas o medidas arquitectónicas como aislar el suelo o sellar la casa”, afirma Regueiro. En ocasiones se introducen equipos de ventilación que de forma continuada extraen el aire procedente del suelo y lo expulsan.

Por último, aunque el radón supone un riesgo serio para la salud, Regueiro sostiene que no hay que alarmar a la población, aunque sí es importante informar acerca de los riesgos, siendo obligación de instituciones como el Consejo de Seguridad Nuclear facilitar todos los datos a nivel local y proporcionar a los Ayuntamientos los mapas de emisiones de radón de los suelos edificables. El radón tiene un periodo de desintegración de 3,8 horas. “El problema son los sitios cerrados, donde se produce una acumulación que podría resultar dañina para la salud”, finaliza el presidente del Colegio de Geólogos.

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Hoy entra en vigor la Normativa que obliga a controlar el gas radón en las viviendas

Este jueves, 8 de febrero, entra en vigor la directiva europea (2013/59/Euratom) que obliga a controlar el gas radón en las viviendas. Se trata de un elemento que está considerado la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco, según la Organización Mundial de la Salud, y que se cuela en un 90% de nuestros edificios, de acuerdo a los datos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) recogidos por Danosa.

Esta nueva normativa obliga a partir de ahora a los gobiernos a realizar mediciones en lugares de riesgo y a mitigar la concentración de radón en aquellas zonas en las que se registre un mínimo de 300 becquerelios por metro cúbico, la unidad utilizada para medir este gas. Todo ello en un contexto donde, según el CSN, el 90% de los edificios españoles tienen concentraciones inferiores a este límite y un 10% superan ese nivel.

Asimismo, este reglamento establece que los países miembros de la UE podrán introducir requisitos específicos en los códigos técnicos de edificación que eviten la entrada de este gas en los inmuebles de nueva construcción y fomenten su reducción en las casas ya construídas.

No obstante, aunque una disposición como esta siempre es bien recibida, también establece límites inferiores a los deseados, ya que en Estados Unidos el nivel máximo está establecido en los 148 becquerelios y la OMS fija en 100 la frontera a partir de la cual el radón comienza a ser peligroso para la salud.

En España, el mapa predictivo de exposición al gas radón del CSN divide el territorio en tres categorías de exposición potencial: baja, media y alta. El CSN señala Galicia, algunas zonas de Madrid, Salamanca, Ávila, Toledo, Cáceres, Sevilla, Córdoba, Jaén, Almería y Gran Canaria como las zonas de mayor exposición.

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