- Dentro de dos años, edificios públicos y residenciales deben cumplir las directrices de eficiencia energética impuestas por la Unión Europea.
- Compañías reunidas por SU VIVIENDA, como Grupo Lobe, Vía Célere y Aedas Homes analizan los retos del sector inmobiliario para cumplir este objetivo.
15/06/2018
El año 2020 se acerca y, con él, un hábitat europeo más respetuoso con el medio ambiente. Es la fecha que ha establecido la Unión Europea para que los países cumplan la normativa que obliga a ser más eficientes energéticamente, un reto que afecta especialmente a la construcción y al inmobiliario, entre otros sectores.
Para dar visibilidad a este asunto SU VIVIENDA y Expansión, con el patrocinio de Grupo Lobe, organizaron esta semana un encuentro, al que acudieron promotoras y diversos profesionales del sector inmobiliario para analizar los pasos que se han dado, y que quedan por dar, para cumplir con la directiva europea.
Promover nuevas viviendas que ahorren energía mediante el uso de un buen aislamiento y de energías limpias configura parte del esfuerzo que deben realizar las promotoras para cumplir con el objetivo marcado para dentro de dos años.
Pero, el gran reto, no se encuentra en las promociones de nueva construcción. El desafío, según se desprendió de la primera parte de la jornada, está en los 25 millones de viviendas que componen el actual parque inmobiliario de España. «Ahí es donde se debe realizar el gran esfuerzo, ya que esas propiedades deben ser rehabilitadas y acondicionadas para cumplir con los estándares energéticos impuestos», advirtió Lluis Comerón, presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.
«Las nuevas promociones ya se levantan con materiales más sostenibles, incorporan sistemas de recuperación del calor y se abastecen de energías limpias», explicó Comerón, y añadió que «son estos elementos los que hay que incorporar a las construcciones ya existentes, impulsando las obras de rehabilitación adecuadas«.
El encuentro sirvió para poner de relevancia el papel de las certificaciones que acreditan la sostenibilidad de los edificios. Uno de estos sellos es Passivhaus, que verifica cinco principios: un adecuado aislamiento térmico, una carpintería de altas prestaciones, la estanqueidad que evita filtraciones de aire, ausencia de puentes térmicos y ventilación con recuperación de calor.
Juan Carlos Bandrés, director general de Grupo Lobe, puso ejemplos de promociones de la compañía que ya cuentan con ese sello. «La promoción Scenia, con 26 viviendas, fue el primer edificio con esta certificación en Aragón», explicó. Los desarrollos que Lobe impulsa en Zaragoza, Madrid y Valencia incorporan sistemas de eficiencia energética para cumplir con los objetivos impuestos por la Unión Europea.
«La digitalización aplicada a la eficiencia es un pilar fundamental para Lobe, ya que permite sensorizar las necesidades de las viviendas y determinar, por ejemplo, qué demandas de calor o frío requieren según el momento», detalló Pablo Carranza, director de Eficiencia Energética de la compañía.
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