14/06/2018
El consumo de energía en calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria de las viviendas nuevas tendrá que bajar una media del 48% sobre los niveles actuales, de acuerdo con la revisión del Código Técnico de la Edificación (CTE) que ultima el Ministerio de Fomento, para adaptarlo a las exigencias normativas de la UE.
El anterior equipo ministerial pensaba sacar a información pública la nueva versión del CTE -la norma que fija los requisitos mínimos de calidad de los edificios- de un modo inminente, pero se ha retrasado, a la espera de que se asiente el nuevo equipo de José Luis Ábalos. Sin embargo, los técnicos del Ministerio ya están divulgando su contenido, advirtiendo que puede estar sujeta a modificaciones por el cambio político en la cúpula.
Eso hizo ayer Luis Vega, coordinador de la Unidad de Edificación Sostenible del Ministerio, durante un acto organizado por las asociaciones A3e y Ashrae en el marco de la feria de Genera, en Madrid.
El nuevo CTE, en el ámbito de la energía, profundiza en las líneas de la anterior versión y converge con las recomendaciones y normativas que está aprobando la UE, sobre todo las relativas a los denominados Edificios de consumo de energía casi nulo -equivalen a los de categoría A en la escala de calificación energética-, que deben cubrir sus necesidades de energía térmica -e iluminación en el caso del terciario- con energía renovable producidas in situ o en el entorno.
Nuevos indicadores
Entre las principales novedades hay nuevos indicadores y requisitos para evaluar mejor el rendimiento energético de los inmuebles y garantizar una mayor aportación de renovables. Por ejemplo, se medirá el consumo de energía primaria total del edificio y se exigirá un mínimo del 50% de contribución energética verde en el consumo de agua caliente sanitaria.
Globalmente, las energía limpias deberían cubrir un 50% del consumo, con independencia de su zona climática, y dará igual la fuente -incluida la aerotermia con elevado rendimiento- cuando ahora solo se refiere a la fotovoltaica.
El objetivo del nuevo CTE es que el consumo de energía se reduzca en todos las zonas climáticas una media del 48%, hasta alcanzar unos umbrales de consumos térmicos de 25 a 40 kWh por metro cuadrado al año. Vega reconoció que puede parecer un objetivo muy alto, pero insistió en que se pretende generalizar una práctica de calidad en la construcción que ya se está consiguiendo.
Obras un 2,5% más caras
Según las estimaciones del Ministerio, las nuevas exigencias apenas incrementarán un 2,5% el coste de la obra nueva y su amortización dependerá del uso que se haga de las instalaciones del edificio. Un 30% de los costes de los inmuebles son energéticos.
Artículo de EL ECONOMISTA